sábado, 1 de enero de 2011

ADIOS 2010 - BIENVENIDO 2011

Esta es una sincera reflexión que quiero compartir con todos Ustedes a manera de mensaje de AÑO NUEVO.

ADIOS VIEJO MAÑOSO, SINVERGUENZA Y DESALMADO

Hoy recuerdo muy bien el día que llegaste, hubo derroche de pólvora, música, algarabía, abrazos y costalados de muy buenos deseos.

Todo aparentaba felicidad y tranquilidad, pues tu presencia de alguna manera ponía fin a otro tiempo de oportunidades perdidas y expectativas malogradas.

Los más veteranos dijeron que eras muy joven y que por eso debíamos darte tiempo para que mostraras un óptimo temple, igual que los toros de casta en sus mejores faenas.

Pero no, desde un comienzo, sacaste las garras como fierecilla enjaulada, mostraste dientes amenazantes y regalaste mirada de diablillo nunca rehabilitado.

Ahí fue cuando nos dimos cuenta del grave error cometido en esa bienvenida de luces multicolores y frases hilarantes por tu arribo, mejor hubiera sido la indiferencia como cuando llega algún otro viajero desconocido.

Y es que no te podemos perdonar que te hayas inmiscuido hasta en los útiles de los niños para su nuevo año lectivo o los pasajes en taxis y busetas con un desnutrido salario mínimo.

Luego nos quisiste embaucar llamando a la unión para elegir unas buenas docenas de nuevos y desnaturalizados padres de la patria o para que otros siguieran ahí atornillados, pegados a su curul como con soldadura de alta presión.

Nos brindaste opciones y muchos caímos en esa marmita de calamidades, de los que si, de los que no, de los que por fin dejaron la “mamazón” y que no se resignaron jamás llorando su derrota.

Pero igual, los nuevos, igual que los otros más experimentados, nada de nada, ni siquiera se les oye responder a lista, pues ya todo eso en el Congreso está automatizado.

Más tarde surgieron los nuevos Mesías, los verdes, los amarillos y los del guiño, los primeros vendieron muy bien su idea y parecía que sí, pero con JJ los otros dijeron que no y que hasta ahí llegaban, pues si no dejaron al malquerido, Alvarito, menos permitirían llegar al caballito discapacitado.

Y así fue que dejaste entrar por la puerta bien abierta la Prosperidad Democrática, sin importar chuzadas, ni vueltas o revueltas de todos esos los llamados al estilo “hollywoodense” actores del conflicto.

Pero lo que mas piedro nos tiene, viejo mañoso, es la oleada constante de desplazados que incluyen los de verdad, que necesitan un mano o hasta dos, los que están ahí para incubar otros cuentos, los que armaron modo de vida y los profesionales del tema, que viven de eso y para eso, pues como hay suficientes recursos no está nada mal rondar por todos y cada uno de los programas de esa creciente población mendicante.

Ahora viejo sinvergüenza si pensaste que los buenos oficios de Juan Manuel y Hugo, felices en tiempos de buenos amiguis es la panacea a los problemas de la patria, te cuento que andas bien equivocado, ya verás como van a ser las cosas cuando se le chispotee otra vez el genio al primate de al lado.

Y para colmo te desabrochaste el cinturón con buena “agüita para mi gente” y eso si que nadie lo esperaba, ni los que están acostumbrados cada año a lo mismo en la costa o las riberas del Magdalena ni a los que ahora les tocó incluyendo Pamplona, El Carmen, San Calixto o Cáchira, para citar algunos sitios cercanos a nuestro corazón.

En ese sentido viejo desalmado si rebosaste la copa, no solo por las inundaciones, sino también los las avalanchas, los desprendimientos de taludes, los hundimientos de bancas y el arrase de puentes que prácticamente dejaron atrapado sin salida este pedazo de tierra del Sagrado Corazón.

Y ni que hablar de nuestro Gramalote, ahí con pasito de doncella enamorada, permitiste que el cerro iniciara el bailecito descendente y mira ya nada queda en pie, ni siquiera las ilusiones de quienes todo lo perdieron y ahora viven de la caridad pública.

Recuerda viejo, eso va para largo y si no forjamos una estrategia adecuada todas esas familias van a quedar a la deriva.

Entonces viejo mañoso, sinvergüenza y desalmado no me vengas con el cuento que si trajiste cosas positivas, pero cuales, si lo que fue bueno lo borraste al momento con toneladas de negativas.

Por eso te lo voy a decir muy de frente, sin sonrojarme, con voz firme y sincera, menos mal que ya te fuiste, te largaste por fin, pocos o nadie te quisieron y menos te van a recordar, nos hiciste daño, mucho daño, a pesar de los espejismos que forjaste a la vera del camino queriendo ocultar las negras intenciones en el descolorido correr de tus días.

Es un respiro y vamos a ver como tu primo cercano, el que es un poco más joven, se va a portar en estos siguientes doce meses, pues viene cargado dice que de sorpresas. Eso ya lo veremos.

Lo cierto es que si no despertamos de este letargo, las mismas mañas, ilusiones vanas y engendros de despropósitos, van a poblar el firmamento que cubre todas nuestras desgracias.

Pero vamos a ser fuertes y menos incautos, ya no vamos a comer cuento tan fácil, como dice el adagio, al perro no lo capan dos veces.

No tenemos deseos románticos recitados al comer doce uvas, tenemos objetivos claros, retos fabulosos, oportunidades de primera, metas muy lógicas y proyectos bien estructurados, con gente muy preparada y mucha pertenencia, para hacer y lograr todo eso que con Usted, viejo mañoso, sinvergüenza y desalmado, no se pudo.

No es más, para que sigo desgastando tiempo y palabras, solo me resta decirte adiós y que te fundas en el averno de esos oscuros y anquilosados inviernos de tu senil experiencia de la cual huiste despavorido.

Adiós viejo mañoso, sinvergüenza y desalmado.

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