domingo, 24 de abril de 2011

BABEGA, opción via alterna Cúcuta - Pamplona - Bucaramanga

Estamos bien de malas, la naturaleza nos la tiene velada con este feroz invierno, de pronto como diciendo  "sigan haciendo mal cosas"

Es una vaina, pensar que ya se terminó la Semana Santa, pero caminos peores que los del Calvario, son los que hay en estas tierras de Dios.
Derrumbes en lo poco que queda de la vía a Ocaña

Si es por el lado de Ocaña - Sardinata, todos los días hay un bendito derrumbe, si es la via a Tibù, no hay puente en Campo Dos y la banca en Pedregales , hace rato que llegó convertida en barro al lago de Maracaibo.


Hacia Pamplona, ni hablar, es que desde Los Vados todo está patas arriba. Citicos los de San Simón, ahi se les está yendo todo lo que han podido recaudar en los peajes de Cúcuta y de Corozal, además de las otras partiditas del gobierno nacional.

Derrumbes en la otrora buena carretera a Pamplona

Y no es por echarle vaina a la concesionaria, lo contrario, los alabo porque las vías urbanas de su responsabilidad son las únicas buenas que hay en Cúcuta, eso no lo niega nadie.

Pero esa carretera hasta Pamplona, ahora camino de herradura, candidata a doble calzada, es la muestra clara de la imprevisión, del pésimo mantenimiento, de las pocas acciones correctivas. No hay derecho que esté así, intranstiable, inmunda, inestable y todo eso nos saca piedras más grandes que las que han caído en La Honda, La Miguelera o El Descanso.

Lo cierto es que para ir a Pamplona hay que echar por Chinácota, pero también hay derrumbes, luego hay que pasar por Mejué, hermoso páramo de niebla para llegar luego a Toledo, sosegado al frente del siguiente, Labateca, para empalmar adelante con la vía de La Soberanía, en la cual espero aún sigan trabajando los militares que ganaron el contrato para pavimentarla.
 Puente de Tenkalá en la carretera de la Soberanía Pamplona-Labateca-Toledo

Por ahí se llega a Pamplona, hay paisajes bellos, desfiladeros abruptos, paligrosos abismos, pero gentes buenas y trabajadoras en todo su recorrido, lo malo es que si queremos seguir, no podemos, para Bucaramanga, la vaina esta "pior" como decía mi abuelo.

Derrumbes, la banca, más derrumbes, mandaron pa´l carajo la transitada vía y Virgen Santísima, los camioneros están bien arrechos.¿Pero quién no,? después de tantos dás anclados en la carretera.
Carretera Panamerica a Chitagá en buenas condiciones

Ahora la opción más corta para ir a Búcara, es tomando La Panamericana por Chitagá, luego el carreteable a Bábega, allá escondidito en las breñas de la cordillera, muy peladas al ojo del improvisado viajero, productivas tierras para sus habitantes, que cultivos tan hermosos de fresa, curuba, tomate de árbol se ven por todos esos lugares y que gente tan amable y trabajadora habita esos alejados parajes.
Paisajes que enamoran en esos lugares

El paisaje hasta Silos, para luego empalmar de nuevo con la pavimentada a Bucaramanga, en La Laguna, es impresionante, no solo por la angosta vía y los profundos abismos, es también por ese silencio y el aire limpio que se respira, es como si el tiempo no señalara horas o minutos.
El carreteable a Bábega, en aceptables condiciones

Por eso he querido compartir algunas fotos de esos lugares, las mismas que están adornando esta nota. No hace mucho hice ese recorrido, me pareció fascinante, incluyendo las vistas del corregimiento de Bábega, de donde eran oriundos los Cote Bautista, entre ellos el papá de Eduardo Cote Lamus, el gran poeta y gobernandor de N. S.
Bábega, a la entrada del corregimiento, escondido al pié de las enormes peñas

Claro que si van de afán, entonces busquen un pasaje por avión, esta vuelta es larga, esos caminos son sinuosos y hay que tener nervios de acero, de lo contrario a esperar se dijo, las soluciones no piensen se van a dar en las siguientes horas, recuperar esas carreteras, tardará varios días.

Pero mientras nos sorbemos sin ganas estos amargos momentos, disfrutemos esos paisajes, nuestra tierra maravillosa, que así nos invita, bueno más adelante, a un poco de eco turismo o turismo de aventura. Vale la pena.
Motañas, desfiladeros, tierras amables y ricas en Bábega

Si, vale la pena, porque todos esos poblados, hoy en la via alterna para llegar a Bucaramanga o al interior del país, como Toledo, Labateca, Chitagá, Bábega, Silos, tienen historia, su algo, su no se qué.
Silos, hermoso pueblito colgado de la montaña

No importa que el tiempo sea doble o el triple para llegar, es mejor avanzar que estar esperando comiendo chitos  y tomando Big Cola, en los lugares donde máquinas y obreros trabajan a más no poder.
Carretera a Bucaramanga, Alto de Pamplona

Entonces que el viaje no sea una pesadilla y disfruten esos lugares conociendo un poco más este departamento del nororiente colombiano,  la oportunidad es de Ustedes viajeros, que por negocios, salud o simples ganas, también están varados en las carreteras de este averíado pedazo de tierra, llamado Norte de Santander.

sábado, 23 de abril de 2011

PAMPLONA – Colombia, historias de avalanchas


Dice la leyenda popular que Pamplona está sobre una laguna y que un cura, hace ya muchos años, previendo la maldición de alguien, poco querendon con la misma, señalando que la ciudad se hundiría, la conjuró con ceremonia y rigor, enterrando además dos barras de oro benditas en algún lugar de lo que es el parque actual, como ofrenda material y símbolo de desprendimiento de riqueza.
Y dice, por igual la leyenda, que el día que desentierren esas barras, Pamplona se ahogará en las aguas de la mítica laguna.

Espero que nadie las haya encontrado y menos desenterrado, aún tengo en mi corazón un gran afecto por la ciudad mitrada, sus gentes, decenas de amigos y centenares de recuerdos de cuando era un bisoño estudiante de maestro en la Normal Superior.

Solo espero que se ahogue en prosperidad, desarrollo y alegría, aún envuelta en la helada neblina que baja de Claret y se apodera del valle, del Espíritu Santo, como lo nombraron sus descubridores - fundadores, Ursúa y Velazco de Velázquez.
También espero, por lógica simplemente, que las predicciones del falso pastor que no hace mucho escandalizó el pueblito, azotando contra el suelo, cerca de la plaza de mercado, el cadáver de su pequeño hijo, muerto antes de nacer, en las cuales .anunciaba el trágico fin de la ciudad, tampoco sean realidad.

Entiendo que las reforzó cuando las autoridades lo invitaron a salir de la ciudad y regresar a su país.

Sin embargo, de todos modos un halo de temor invade mis pensamientos, en tiempos recientes, es el segundo aviso que la naturaleza entrega y de que manera.

Claro, que no es solo con Pamplona, es con todo el país y muchos lugares del mundo, que resisten el embate del cambiante clima, pero por sobre todo con lluvias y deslaves fuera de lo común y la Ciudad Estudiantil, por eso está muy golpeada.

En octubre del año anterior (2010) fue la quebrada de Brighton y el susto fue enorme, como también los daños materiales. Por fortuna para la humanidad de sus habitantes, nada pasó a mayores, luego todos ellos, con valentía y mucha dedicación,  en pocos días, dejaron como tacita de plata la amada ciudad.
Ahora, fue el río Pamplonita, allí donde es joven, pero impetuoso e irrespetuoso y en viernes santo, para nada le importó que la procesión con el Sepulcro del Señor a esa hora transitara las calles.

Esta pequeña avalancha, porque así fue, me hizo recordar la historia que nuestros profesores de la Normal siempre nos contaban, el de una enorme, que nada dejó en pié y se llevó incluso algunas vidas.
Dicen los relatos que por allá, a finales del año 1961, dos derrumbes en la vereda Monteadentro, cayeron y taponaron el lecho de las quebradas Navarro y Cariongo, en ese lugar se formó una gran represa, que adobada con copiosas lluvias rompió una tarde el improvisado dique natural y se llevó todo lo que había a su paso o tapó con lodo, piedras, arena, palos y escombros, lo que no arrasó.

La Escuela Normal, me contó el profesor Gabriel Suárez, sufrió todo el rigor de la naturaleza, muy desnaturalizada por cierto y durante muchos soles con sus lunas, estudiantes, profesores, obreros, voluntarios, sacaron “volquetadas” de escombros para tratar de dejar al descubierto aulas, laboratorios, dormitorios y demás.
Cuentan también que la única que no sufrió en la avalancha fue la imagen de la Virgen María, que aún hoy se encuentra a la entrada del claustro y que desde entonces se le llama “La Virgen del Prodigio”, bueno a ella con todo fervor hay que pedirle para que no sigan ocurriendo estas desgracias.

Los grados ese año debieron posponerse hasta nueva fecha. 

En ese episodio también sufrió mucho el acueducto de la ciudad y  otras construcciones, que aunque en aquel entonces no eran muchas, si estaban ahí en la ruta de la tragedia.

El Sábado Santo, los que no durmieron siguieron trabajando, limpiando, muchas manos llegaron para ayudar, otros formaron corrillos para hablar de lo ocurrido y unos cuantos para exagerar los hechos.

Pero bueno, por fortuna, de nuevo las vidas humanas, no engrosaron las estadísticas fatales, que ya son altas en esta temporada a lo largo y ancho del país.

Yo se y disculpen si escribo en primera persona, que todos los amigos pamploneses, de esta también van a salir adelante, quien dijo miedo, ellos como todos los santandereanos, son bien arrechos para sortear estas dificultades.
No importa que estén sitiados por los derrumbes en La Miguelera y El Diamante o los otros constantes de Pinatar y Cuesta Boba, no importa dar “el vueltonón” por Toledo para ir a Cúcuta o viceversa, la amada ciudad consentida de la niebla seguirá avanzando aunque tenga otros problemas muy serios en el cerro, ahí frente al Camellón o en el otro donde está colgada Chíchira.
Es una tarea grande para Klaus y enorme para quien lo suceda, es también el momento de renovar los votos hacia el Señor del Humilladero y el Niño Huerfanito, ellos son los místicos guardianes de ese bello pueblo y de ninguna manera lo van a dejar hundir, aunque muchos han tratado de hacerlo.
Ya volveremos a disfrutar de una gélida parranda en la Plazuela y degustar con agrado las colaciones de La Pamplonesa, la Araque o donde doña Rosa Delia (QEPD) o caminar una vez y otra vez desde la parque por la Calle Real.

No creemos que sea factura atrasada que la madre tierra esté pasando, en algún momento todo volverá a ser normal y cuando ese momento llegue ojalá los Comités y administradores, detecten posibles futuros males y pongan remedio como debe ser.
No creemos tampoco que la cosa sea por maldiciones o energías negativas, así se tenga el estigma de Pamplonilla La Loca o un cuasi sello de Sodoma en los Andes. Ustedes me entienden.

Lo único que me preocupa y en verdad desde hace rato, es la sobre población y construcción en sus cerros, pero hacía donde más, es lo que dicen quienes allí viven, pero ahora más que nunca con oídos despiertos a las alertas tempranas.

VAMOS PAMPLONA, QUE NINGUNA AVALANCHA, NATURAL O GENERADA POR EL HOMBRE,  ENTIERRE SUS ESPERANZAS, CIUDAD FUNDADORA DE CIUDADES..!

1875 - 2021 INCERTIDUMBRES

Aquel día 18 de mayo de 1875 todo quedó en escombros en solo unos cuantos segundos, de ahí en adelante las lágrimas, el desespero, la angust...