La carretera que de Cúcuta conduce a San Faustino de los Ríos, que es la misma 55 o sea la Panamericana que debería empalmar con la venezolana, pero que no es así por falta del puente en Guaramito, está en pésimas condiciones y con otro invierno seguramante los derrumbes, constantes desde hace muchos meses, de nuevo la van a bloquear y así interrumpir la movilidad.
Este corredor vial que es del orden nacional a pesar que tiene varios frentes de trabajo, con obreros y maquinaria pesada, requiere mucha inversión pues está casi destruída y son muy pocos los pasos con carpeta asfàltica en buenas condiciones.
Sin duda el tráfico pesado, especialmente de volquetas que transportan carbon, contribuyyen en alto grado al deterioro de la misma, pero es ese mineral que abunda en la zona, el que genera el mayor número de empleos para los habitantes del lugar.
De todos modos la comunidad asentada en ese fértil valle espera que la actual administración de Donamaris Ramírez, ya que el poblado es corregimiento de Cúcuta, tenga en muy en cuenta el lugar, pues además de historia aporta mucho a la economía de la región.
Todos ellos, desde el más viejo hasta el más chico, tienen fundadas esperanzas que hacia el futuro se considere el lugar como polo de desarrollo turístico, tiene excelente panorama paisajístico, fuentes cristalinas de agua, gente amable y hasta clima bastate fresco en el cercano Ricaurte muy cerca de la fronterza con Venezuela.
Pero si no hay carretera, ni modo... Además no existe transporte público desde y hacia el lugar. Por eso hay que llamar la atención y seguir gestionando, pues lo único bueno es que ese tramo de algo más de 20 kilometros es del orden nacional y por ese lado se pueden jalonar más recursos para su total recuperación.
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