A pesar que se vislumbra luz al final del
túnel, en la tragedia gramalotera, hay muchos que no creen en nada ni en nadie.
El nuevo Gramalote, es probable, pero hay que poner a todos de acuerdo y buscar
los recursos que faltan para que el cartel de INICIO DE OBRA, se pueda plantar
en esas tierras.
Al llegar este día, el que ahora se marca con desconcuselo en cada calendario, uno no puede ocultar la tristeza y en la mente
vuelven a desfilar esas imágenes de casas derrumbadas, hileras de gente con su
dolor a cuestas, caminando por las calles hechas trizas o por los enlodados e
improvisados caminos, huyendo de su hogar, escapando de la tragedia.
Gramalote, es como una ampolla, de esas que
incomodan y se resisten a desaparecer o que se vuelven callo después de tanto
caminar, de un lado a otro, sin rumbo fijo, como ocurre con los habitantes de
ese querido pedazo de tierra nortesantandereana, desde hace dos años hasta hoy.
Promesas, estudios, foros, reuniones,
concienzudos análisis, pormenorizadas disertaciones, explicaciones inocuas,
tristeza, llanto, rabia, desconcierto, más reuniones, más promesas, menos
recursos, más días sin esperanza, menos ilusiones, más sueños truncados, menos
habitantes en su censo, más situaciones sin dirección o dueño.
Eso y más han soportado, vivido, sentido,
todos esos seres buenos, humildes y sinceros, orgullosos de la derrumbada
torre altanera y de la inerme
estatua de Laureano, vigilante
del parque y su poblado, ahora de vacaciones obligadas en el parquecito de la
Gobernación.
De todos modos, ya les dijeron, su Gramalote
será en Miraflores, pero ellos, en buen número, no aceptaron y pidieron que
fuera en Pomarroso.
Ese es el tire y afloje de la actualidad,
bueno será más de lo primero, porque el gobierno ya dio la venia para el sitio
indicado por los expertos en el tema y no creemos que suelte la cuerda.
Cada quien tiene sus razones, cada quien
tiene sus sueños, cada quien y sobre todo los que allí vivían, la ilusión de
reconstruir, no solo sus casas, también parte de lo que dejaron atrás, los
tantos meses en la incertidumbre, sus incalculables recuerdos y el futuro que habrá de llegar con otras
ilusiones.
Gramalote, no será, con los 80 y pico mil
millones, la cifra verdadera es supremamente alta, pues no solo es comprar las fincas y un
poco de ladrillos, es crear de nuevo toda una infraestructura que sea digna
para una comunidad.
Es comenzar de cero, pero todo bien
planificado, la pregunta es si con tantos intereses ¿Se podrá?
Todos, los de uno y otro lado, lo confirman,
pero es que el sello politiquero para estos avatares ni puede alejarse ni menos
desaparecer, siempre habrá alguna alma en pena, diciendo que es su misión y que
todo es trabajo desinteresado.
La señoras, en casos similares dirían : “Siii?...como no moñito..!”
Lo cierto es que cada día que pasa, la maraña
devora inmisericorde las ruinas de aquello que tantos quisieron y que otros muy
pocos, se resisten a abandonar y también es innegable que cada día que se
pierde en la gestión del nuevo, va desbarrancando más recuerdos y otros sueños.
Y también es cierto que Santos no lo va a
inaugurar, por lo menos en lo que falta de su período, a menos que llegue a la
reelección y siga de inquilino en la Casa de Nariño. De pronto la primera
piedra, será lo único que allí pueda plantar.
Ojalá, mentes y corazones, puedan estar
pronto de acuerdo y que muy pronto otras navidades se puedan disfrutar al tañer
de las campanas de una nueva torre altanera y respirando el aire frío y limpio,
no importa si es el de Miraflores o Pomarroso.
Y que así, toda esa gran familia gramalotera,
construida con tanto esmero durante mucho tiempo, pueda al menos reunirse en
parte para que los más grandes cuenten a los nuevos, que por allá, donde esa ve
esa torrecita a punto de desplomarse, fue donde nacieron, crecieron, amaron, se
multiplicaron, pero que un cerro, como casero abominable, una madrugada de un
17 de diciembre, los despertó a todos y les gritó que tenían que marcharse.
Nota : El Presidente Santos, el 18 de diciembre, se disculpò publicamente con los Gramaloteros por la demora en la solución, pero ratificó que el sitio destinado a la construcción del nuevo poblado será Miraflores y que en tres (3) años se podrá ver la obra.
Nota : El Presidente Santos, el 18 de diciembre, se disculpò publicamente con los Gramaloteros por la demora en la solución, pero ratificó que el sitio destinado a la construcción del nuevo poblado será Miraflores y que en tres (3) años se podrá ver la obra.
Cúcuta,
Diciembre 17 de 2012
Por . CIRO ALFONSO CANO MORA
Miembro de C C P D
Corporación Colombiana de Periodismo Digital
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