EMERGENCIA EN TOLEDO - NORTE DE SANTANDER

Las imágenes nos hacen recordar la tragedia de Gramalote.

Sin embargo estas corresponden a otro municipio, Toledo, donde una vereda, LA CAMACHA, distante seis kilómetros del caso urbano está a punto de desaparecer.

Una falla geológica y el fuerte invierno han hecho que el suelo se fracture, se deslice y vaya destruyendo sistematicamente lo que sus habitantes han construído con cariño y esfuerzo durante muchos años.

Ya hay varias casas en el suelo, convertidas en escombros, la escuelita está a punto de colapsar, los caminos se han dañado completamente, una quebrada amenza con represarse, los cultivos van muriendo engullidos por las masas de lodo y piedra.

La tragedia es evidente, hombres, mujeres, niños y viejos, cons sus escasas pertenencias van dejando atrás las queridas tierras donde crecieron, amaron, jugaron y donde sembraron decenas de sueños.

Las casas de amigos o de pronto un albergue temporal organizado por la administración del pueblo, seran el hogar transitorio, a la espera de manos amigas y de una lejana solución.

No es fácil manejar la situación, son muchas las familias afectadas, claro con centenares de personas que han debido evacuar y crecientes necesidades de cobijo, alimentación, salud y otras demandas que requieren urgente atención, las cosas se complican aún más.

El problema tiene coletazos preocupantes también en veradas como Hatogrande y Jordan, eso es lo que desde allí nos han informado, lo cual unido a los problemas en Mónoga y Santa Ana (La casita de Porfirio ya no existe y su finca va por el mismo camino), arman un cuadro de tragedia y funden un grito de auxilio.

Y para cerrar con broche de oro, todas las carreteras en pésimo estado, donde no hay derrumbes es la banca que se ha ido y los pocos tramos buenos con un par de lluvias más, seguro quedaràn intransitables. Por el momento los viajeros hacen trasbordo en muchos lugares, pero hasta cuando, la alarma está prendida y a Toledo y toda es rica región, llegó el momento de darle la mano.

Las imágenes, que en buena hora Miro Gómez de Toletoledo nos envía,  son más que evidentes, pues a muchos medios tal parece esa noticia para nada les importa.