“Mira, si vas para Colombia, tómate de recuerdo una foto
con un guerrillero, pero que tenga camuflado y fúsil.”
Ese fue el pedido
de un vecino a un familiar, residente en el oriente venezolano y que anunció
entre sus cercanos un breve viaje a
nuestro país con motivo de navidad y año nuevo.
Sin embargo y aún
después de largas explicaciones, de que estos señores andan en el monte, que la
vida transcurre normal en las ciudades y que el país progresa y tiene más
libertades que el bolivariano de Chávez, el tipo no quedó convencido.
Es que así nos ven
en buena parte del mundo, es la imagen que muchas personas, organizaciones y
hasta canales de tv de países dizque amigos, le han vendido a millones de
habitantes de otros lugares cercanos y lejanos, aunque lops triste y desconcertante es que los vecinos piensen así.
Por fortuna el
gobierno de turno ha querido mejorar esa imagen, hay algunos comerciales en los
canales de cable, presencia en ferias y eventos, pero nada es suficiente, aún
hay mucho por hacer y la inyección de recursos para lograrlo cada vez será
mayor.
Esa imagen de que
nos estamos dando plomo día y noche, que explotan carros bomba por todos lados,
que hay combates a diestra y siniestra, alimenta el morbo de gentes y medios,
sobre todo los amarillistas, que se nutren de estas calamidades.
No quiero decir o
desconocer que hay un conflicto, que cada día surgen acciones como las
enumeradas, pero que nos vean como el Beirut en sus peores épocas o Afganistan
en tiempos recientes, es un equivocado perfil de la percepción de muchos en el
mundo entero.
Hace algún tiempo
por igual un grupo de europeos, a quienes recibió otro familiar en Eldorado de
Bogotá, lo primero que preguntaron ¿dónde
se están dando bala?, allá a esas calles queremos ir, pues sorprendidos solo
veían avenidas atiborradas de autos, lugares llenos gentes trabajando, oficinas
y edificios relucientes, centros comerciales modernos y si ,de vez en cuando, una patrulla o policía de a pié.
También se les
explicó en contexto sobre el conflicto y la maximización con imágenes y
“documentales” de todo lo que hay en estas tierras y porque se tergiversa buena
parte de esa realidad.
Reitero, no estoy
desconociendo un problema, el mismo que en una isla caribeña, a todo confort
por supuesto con buen ron, habanos y catamaranes en el mar azul, se le busca una hoja con punto final y que de
alguna manera tiene contento a más de un mamerto.
Colombia no es como
creen y así le enviamos muchas fotografías al incrédulo solicitante, de cosas
hermosas y reales, de supermercados con todo lo que un gusto exigente quiere,
con almacenes llenos de moda y olor a nuevo, con restaurantes de sazón inigualable, con calles y avenidas
con relucientes autos último modelo.
Pero es apenas una brizna
demostrable para cambiar nuestra imagen.
El trabajo en tal
sentido apenas comienza, pero tenemos fortalezas y muy grandes, llámese fútbol,
ciclismo, arte, música, literatura, academia, empresas, ideas, reinas,
soñadores y demás.
Lo que no se, es si los políticos o politiqueros mejor, clasifiquen
en ese listado, como también tantos extremistas que se escudan hasta en buenos
cargos, desde donde babosean marxismo – leninismo – castrismo – maoísmo -
guevarismo, que se yo, aún sabiendo que todo eso es ya apenas un mal recuerdo
en los anaqueles de unos despistados.
Lo cierto es que si
al fin llegamos a un acuerdo, hasta de pronto esos guerrilleros podrían ser
imagen de turismo extremo, pues no faltará algún bárbaro que quiera oír
historias de cómo mataban policías y soldados, de cómo dinamitaban puentes y
dejaban aisladas comunidades enteras, de cómo derribaban torres de energía para
oscurecer el presente de muchos colombianos o de cómo explotaban el tubo para
teñir de tristeza negra quebradas y ríos.
Y claro no faltarán
los que quieran acoplar empresas de guías, para llevar a los posibles
aventureros a los sitios donde holgazaneaban, cultivaban la hoja del perico y
luego para divertirse y en nombre de la revolución montaban pescas milagrosas.
Por eso la única
foto de guerrillero con fusil y machete que nos agradaría se tomaran, sería con
“Leo
Ducto” el personaje que interpreta jeringa en sábados felices o la otra del
recuerdo, con alguno de mis amigos de la radio en su época de guerrilleros,
pero en el GRC, cuando su combo para transmitir deportes así lo bautizaron, LA GUERRILLA DEPORTIVA e inclusive
podríamos ir un poco más allá y obsequiarles alguna con el loco de los potes,
de nuevo candidato al senado por el polo. No les parece?
CIRO ALFONSO CANO
MORA
Enero 3 de 2014
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